Al parecer, siguiendo las hipótesis de D. Lehoux y otros los 30 orificios contaban días lunares. Los días lunares, por otro lado, cuentan desde el primer día (probablemente tanto luna llena como nueva) hasta el día 30 (final de ese ciclo lunar) y luego vuelta a empezar. Estos días lunares tienen una significación astrológica en muchos textos romanos, incluyendo Las Geórgicasde Virgilio, que nos cuenta que el decimoséptimo día de la luna es propicio para plantar la vid y el noveno día, afortunado para los fugitivos y desafortunado para los ladrones (Geor. I, 277-8; Plinio NH XVIII, 21). Esta hipótesis de que los números del I al XXX parecen señalar los días lunares está muy reforzada por la evidencia comparativa, ya que las secuencias de 30 días son comunes en los parapegmata latinos, y ninguno tiene una secuencia que llegue hasta 31.
Aquí tenemos un bloque de pasta preparado ya para comenzar a reconstruir un parapegma.