El parapegma de las Termas de Trajano ha tenido una vida bastante interesante. Fue descubierto a principios del s. XIX como un graffitti en el enlucido de una pared de una casa romana cerca de las Termas de Trajano, en la colina Esquilina. Esta casa más tarde fue convertida en un altar a Santa Felicita. La representación que tenemos del parapegmata fue hecha en 1822, pues el parapegmata original parece que se dejó expuesto a la intemperie y desapareció poco después. De hecho, lo que conservamos además de este dibujo es una copia en terracota, hecha supuestamente del original, por alguien llamado Ruspi, que apareció en la Universidad de Würzburg, y un molde yeso de esta copia que se encontró en Roma a principios de los ochenta. La copia de Würzburg, que nosotros hemos recreado, fue mejorada con la reconstrucción de las imágenes (Saturno y Júpiter) que faltaban.Al parecer, siguiendo las hipótesis de D. Lehoux y otros los 30 orificios contaban días lunares. Los días lunares, por otro lado, cuentan desde el primer día (probablemente tanto luna llena como nueva) hasta el día 30 (final de ese ciclo lunar) y luego
vuelta a empezar. Estos días lunares tienen una significación astrológica en muchos textos romanos, incluyendo Las Geórgicasde Virgilio, que nos cuenta que el decimoséptimo día de la luna es propicio para plantar la vid y el noveno día, afortunado para los fugitivos y desafortunado para los ladrones (Geor. I, 277-8; Plinio NH XVIII, 21). Esta hipótesis de que los números del I al XXX parecen señalar los días lunares está muy reforzada por la evidencia comparativa, ya que las secuencias de 30 días son comunes en los parapegmata latinos, y ninguno tiene una secuencia que llegue hasta 31.
Aquí tenemos un bloque de pasta preparado ya para comenzar a reconstruir un parapegma.

